En 2018 mi cuerpo me paró en seco. Fue una parada que vino en forma de agotamiento extremo.
Cuando trataba de explicarlo lo hacía con la metáfora de la barra de vida de los videojuegos. Se me había agotado por completo. No podía seguir jugando hasta que no la recargara.
¿Y cómo se hace esto? La verdad es que no tenía ni idea.
No me estaba dando cuenta de que se me estaba terminando la barra de vida… Ahora sé que tener ansiedad y agotamiento con mucha frecuencia significa que se acercan los números rojos.
La ansiedad me enseñó muchísimo. Aprendí a estar en casa, a no hacer (la verdad es que al principio no podía), a estar conmigo, a escucharme…
Y pasadas unas semanas surgieron nuevos aprendizajes e intereses. De los más inesperados tuvieron que ver con estar con otras personas, amiges o familia, y ser con la barra de vida baja o casi inexitente. Que raro, y que difícil se me hacía relacionarme desde este lugar tan nuevo para mi.
La creatividad me salvó una vez más
Y todo esto lo cuento para hablar de cómo la creatividad me salvó una vez más.
Comenzó viendo tutoriales de acuarela en youtube cuando estaba que casi no me podía ni levantar del sillón, lo que evidentemente me llevó a comprarme unas pinturas para experimentar con ellas. Todo un descubrimiento que aún me agradezco.
Y así, se me ocurrió un proyecto creativo en el que pude aunar la expresión artística y la posibilidad de relacionarme con mi gente desde el lugar en el que me encontraba, con pocas palabras, mucho amor y recargando la barra de vida a través de la creatividad.
Propuse a dos amigas del alma que me ayudaran y nos fuimos a la casa de mi familia en el pueblo. Mi plan era pintar el cuerpo de Sonia y hacer un time lapse del proceso. Para ello, Elena era la fotógrafa perfecta.
La pintura era fotoluminiscente, así que al anochecer, con unas luces moradas, el resultado fue una maravilla.
Fue un día muy especial para mí; no solo por lo bien que lo pasamos y lo bonito que fue compartir este proceso artístico de co creación; también por la posibilidad que me ofreció este plan de realizar un ajuste creativo en mi forma de relacionarme conmigo y con mi entorno.
Hace días que deseaba usar esta preciosa imagen y ayer, en un encuentro virtual con amoras maravillosas y muy artistas, hablamos de cómo la creatividad «nos saca de nuestro rollo» y es de lo más terapéutico. Si el proceso creativo es grupal y te pones al servicio de algo más grande, que en este caso es lo colectivo, el aprendizaje y la experiencia te pueden llevar a lugares insospechados.
Gracias cuerpo por pararme y llevarme a los pinceles, a los cuerpos, las fotos, las luces y sombras y sobre todo, por conectarme con la maravilla de personas que me rodean y me acompañan; allá y entonces y aquí y ahora.
Foto de lopez_feitography.
3 respuestas
Diana q preciosidad de pintura!!.
Yo quiero q me pintes!!
Me alegra que te guste! Pues yo encantada. Además, que ese planazo fue en casa de mis padres en el pueblo…
Un día muy especial para mi también, me encanto compartirlo contigo y con tus grandes amigas.
Te quiero.